Hace unos días, disfrutando de una comida de domingo en Altea, Alicante, presencié algo que me llamó mucho la atención. No porque fuese extraño, ni mucho menos. Tampoco estaba fuera de lugar. Era un niño, de aproximadamente unos 9 años, disfrutando de la lectura mientras sus padres y su hermana comían. Engullía las páginas casi al mismo ritmo que nosotros nuestro plato principal. Participaba en la comida y en la conversación, por supuesto, sin embargo, había algo que le tenía robada la atención. Probablemente fuese el libro más intrigante de su colección, o simplemente se encontraba en un capítulo de esos que te dejan sin aliento hasta el final. El caso es que en sus ojos podía ver cuánto estaba disfrutando de aquel ratito.
El caso, es que me hizo reflexionar.
Me gustó vivenciar algo así, y me llevó a generarme un debate conmigo misma.
A quien pretendemos engañar, esta situación podría darse mucho más a menudo.
Por ello, nos teletransportamos a lo largo del artículo de hoy, a la biblioteca. El lugar en el que el amor por la lectura, se convierte en realidad. Para que este amor por los libros florezca, es crucial crear un entorno dinámico y participativo que involucre a los niños de manera activa en el proceso de lectura.
¿Mencionamos alguna que otra dinámica capaz de estimular el desarrollo cognitivo y emocional de los niños a la vez que el gusto por la lectura?
Si la respuesta es afirmativa, ¡Excelente! Vamos allá.
Concurso de Booktubers: Haz que tus alumnos creen reseñas de libros en formato de video al estilo de los «booktubers». Anímalos a compartir sus videos en clase y votar por las reseñas más convincentes o creativas. Esto no solo promueve la lectura, sino también las habilidades de presentación y la creatividad.
Sesiones de Lectura al Aire Libre: Aprovecha el buen clima de nuestra ciudad para organizar sesiones de lectura al aire libre en el patio de la escuela…¡o en el parque más cercano! Los peques deberán traer de casa su cuento favorito y una manta. Al sol, te prometemos que toooooodos tus alumnos disfrutarán de un ratito agradable.
Teatro de lectura: Transformar la lectura en una experiencia teatral puede ser emocionante y divertido para los niños. Organizar sesiones donde los niños actúen como personajes de un libro les brinda la oportunidad de relacionarse con la historia de una manera más profunda y significativa. Esta dinámica fomenta la creatividad, la expresión oral y la empatía hacia los personajes.
Juegos literarios: Introducir juegos relacionados con la literatura puede hacer que la experiencia de lectura sea aún más emocionante para los niños. Por ejemplo, juegos de preguntas y respuestas sobre libros, crucigramas de palabras clave de la historia o adivinanzas basadas en personajes literarios pueden estimular el pensamiento crítico y la memoria mientras se divierten.
Juego de pistas literarias: Crea una serie de pistas basadas en libros o personajes literarios. Los niños deben resolver las pistas para encontrar el libro oculto. Puedes adaptar la dificultad de las pistas según la edad y nivel de lectura de los participantes, ¡O incluso puedes adaptarlo a un libro en concreto!
Bingo literario: Crea tarjetas de bingo con títulos de libros, nombres de autores, personajes o elementos comunes en la literatura. Los niños marcan las casillas a medida que encuentran los elementos en sus lecturas.
Lectura en cadena: Cada niño lee un párrafo de un libro en voz alta y luego pasa el libro al siguiente participante, quien continúa la lectura. Esto puede hacerse de manera secuencial o aleatoria, agregando emoción y diversión al juego.
Y ahora llega la parte más divertida, ¡el momento en el que llevas dichas dinámicas a la práctica y nos cuentas qué tal ha ido! Y recuerda, si necesitas equipar tu biblioteca…
¡Sólo tienes que frotar la lámpara mágica y buscarnos en Instagram!
Desde ahí, haremos tus sueños realidad.
Somos @Ofideco_. ¿Y tú?
