Poner al ser humano y a su sistema nervioso en el centro de la toma de decisiones de cualquier proyecto es la clave de la neuroarquitectura. El cuerpo es un ente que siente. ¿Cómo sería tomar suficiente conciencia de la importancia de la creación de espacios escolares adaptados íntegramente al alumno teniendo en cuenta tanto características colectivas como individuales? Como expertos en mejora de la calidad educativa, nos sentimos en la obligación de potenciar el desarrollo cognitivo y emocional de los estudiantes.
Desde la disposición de los muebles hasta la elección de la iluminación, cada aspecto del entorno educativo puede tener un impacto significativo en el rendimiento académico y el bienestar emocional. En este artículo, exploraremos cómo puede este aspecto transformar la forma en que enseñamos y aprendemos.
La Neuroarquitectura en Acción:
Muebles Ergonómicos y Flexibles: La elección de muebles no es solo una cuestión estética, sino un componente clave en la neuroarquitectura. Muebles ergonómicos y flexibles permiten una adaptación continua a las diferentes actividades educativas, fomentando la participación y el enfoque de los estudiantes. Además, la comodidad física influye directamente en la concentración y el rendimiento académico. ¿Por qué las mejores aulas de cualquier universidad se organizan en gradas? Porque la información llega de igual forma a todo el alumnado en forma de sonido envolvente, siendo este mejor percibido. Desechamos la creencia de que en un cole no es posible. Las gradas han llegado a las aulas de infantil y primaria. Las sillas flexibles, se pueden girar y adaptar a la fisiología del niño. Estos son sólo algunos ejemplos.
Iluminación Natural y Artificial: La iluminación desempeña un papel crucial en el bienestar y la productividad. La exposición a la luz natural no solo mejora el estado de ánimo, sino que también regula los ritmos circadianos, beneficiando la calidad del sueño y el rendimiento diurno. En ausencia de luz natural, la iluminación artificial debe ser cuidadosamente diseñada para evitar fatiga ocular y mantener un ambiente propicio para el aprendizaje.
Colores que Estimulan el Aprendizaje: Los colores no son meramente elementos decorativos; tienen el poder de influir en el estado de ánimo y la concentración. Tonos suaves y cálidos pueden crear un ambiente acogedor, mientras que colores más vibrantes pueden estimular la creatividad y la participación. La neuroarquitectura aboga por la elección estratégica de colores para respaldar los objetivos pedagógicos. ¿Por qué crees que en materia de mobiliario siempre trabajamos con la misma paleta de colores? Si no sabes de lo que hablamos, haz click aquí.
Espacios de Descanso y Reflexión: La sobrecarga cognitiva es una realidad en el entorno educativo. Integrar espacios de descanso y reflexión proporciona a los estudiantes la oportunidad de desconectar y rejuvenecer, mejorando su capacidad para retener información y abordar nuevas tareas con renovada energía.
Herramientas y Recursos Adecuados:
Tecnología Integrada: La neuroarquitectura también considera cómo la tecnología se incorpora al entorno educativo. La integración de dispositivos tecnológicos de manera equilibrada y accesible facilita la colaboración y la interacción, maximizando el potencial de aprendizaje.
Materiales Educativos Sensoriales: Utilizar materiales educativos que estimulen los sentidos puede mejorar la retención y comprensión del contenido. Desde materiales táctiles hasta recursos visuales y auditivos, la diversidad sensorial en el aula enriquece la experiencia de aprendizaje.
Diseño Participativo: Involucrar a los estudiantes en el diseño de su entorno educativo puede aumentar su sentido de pertenencia y compromiso. Preguntarles sobre sus preferencias en cuanto a iluminación, disposición de los muebles o colores puede contribuir a la creación de un espacio que se adapte a sus necesidades individuales. En el paradigma de la flexibilización de aulas, el alumno participa en las decisiones por mínimas que sean. ¿Te parece cómoda esta silla? ¿Es suficientemente alta esta mesa? ¿Estudiamos en la silla o de pie?
El Futuro de la Enseñanza:
La neuroarquitectura nos desafía a repensar la relación entre el espacio y el aprendizaje. Los educadores desempeñan un papel fundamental al convertirse en diseñadores conscientes de experiencias educativas que no solo nutran el intelecto de los estudiantes, sino que también fortalezcan su bienestar emocional.
